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La voz de los cazadores es la savia de la caza social en España, por eso es importante que entre todos expresemos nuestras inquietudes sobre todo lo que nos afecta, de una forma respetuosa y sencilla.

La caza social debe recuperar el protagonismo que le quitaron durante las últimas décadas y que mejor forma de hacerlo que a través de la voz de los cazadores.

Este espacio es un punto de encuentro de todos los cazadores sociales de España, por eso la UNAC te invita a participar en él con tus aportaciones.

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Víctor Rafael Mascarell Mascarell.

Presidente de la Asociación de Entidades de Caza de la Comunidad Valenciana (ADECACOVA), y miembro de la Junta Directiva de la Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC). 
Valencia, Septiembre 2010.




Recientemente la Federación de Caza de Castilla-La Mancha y Aproca se quejaban de las altas comisiones bancarias que cobran las entidades financieras de su comunidad autónoma, como la Caja de Castilla-La Mancha y la Caja Rural, por la tramitación de licencias de caza y pesca, algo que también sucede en otras CCAAs, lo que supone un coste en comisiones de 1,2 millones de euros, según sus datos; asimismo pedían a la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha que tomara las medidas necesarias para evitar lo que consideran un abuso injustificado y totalmente desmedido.

Para evitar ese uso y abuso en el cobro de comisiones en la tramitación de las licencias de caza y pesca, ahorrar burocracia y dinero a las Administraciones, y facilitar la obtención de las licencias dentro y fuera de una CCAA a los ciudadanos, la Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC) propuso en el año 2007 una solución a ello: INFORME LICENCIA ÚNICA DE CAZA -Informe LUC- (siglas de Licencia Única de Caza), y lo remitió a todas las Administraciones Autonómicas, del cual yo fui uno de los artífices. Este nombre “Única” se le dio por dos motivos muy sencillos: primero, al cazador solo se le expedirá una licencia para muchos años, y segundo le servirá para practicar su actividad en su CCAA y en otras Comunidades Autónomas (no una todos los años, ni una por CCAA), sólo tendrá una licencia de caza o pesca para toda España, “Única” de ahí ese nombre, la de su CCAA; no como ahora que hay 17, una por cada CCAA. 

Lo que propuso la UNAC en el Informe LUC son dos soluciones importantes: La primera (Opción A) afectaría al sistema de expedición y autorización de licencias DENTRO de la propia CCAA. La segunda (Opción B) afectaría al sistema de validación y autorización para cazar FUERA de la propia CCAA. 

Las dos soluciones que propone la UNAC, facilitarían y contribuirían al ahorro de trámites y dinero, tanto a la Administración como a los cazadores y pescadores, lo que conllevaría un ahorro sustancial a todos los ciudadanos.


Opción A
La Opción A del Informe LUC plantea que la CCAA expida o dé a cada uno de sus cazadores y pescadores la Licencia Única (tipo tarjeta de crédito o DNI) que le acredita como tal, con una validez de 10 años ó mas –salvo retirada por infracción o delito-, pero que no le autoriza a cazar. Si quiere cazar o pescar, sólo le queda ir al Banco o Caja de su pueblo o ciudad más cercana a su casa (que en todos pueblos las hay como entidades colaboradoras con la Administración para el cobro de impuestos), e ingresar el dinero que cuesta la licencia en la cuenta que la Administración tiene para tal fin, mediante un modelo estándar para su pago, que es público o lo facilita el propio Banco o Caja para sus clientes. Con el documento que le entrega el Banco o Caja después del ingreso y su Licencia Única, ya está autorizado y puede cazar en su CCAA –TIENE VALIDADA SU LICENCIA-. Así de sencillo, ir y pagar; la Administración recaudar y controlar quienes están autorizados a través de la recepción de dichos documentos u otros mecanismos o datos que se lo indiquen; y los Agentes de la Autoridad exigir la licencia y su validación “el pago”; el cazador o pescador no tiene que presentar como hasta ahora la misma solicitud y documentos periódicamente (solicitud de licencia, copia del seguro, del DNI, tasas pagadas…), no hay ni burocracia ni intermediarios ni comisiones, ni trabajos ni gastos en su tramitación o expedición por parte de la Administración.

Hay escépticos que consideran que el seguro de responsabilidad civil del cazador es un impedimento para implantar la licencia en su Opción A, y yo les preguntaría: “Cuándo solicitan o tramitan su carnet de conducir, ¿presentan o se les exige el seguro de su coche como requisito?”. Entonces, ¿por qué lo exigen para tramitar la licencia de caza? El seguro es uno más de los documentos que se pueden exigir por los Agentes de la Autoridad (autorización del titular del coto, licencia de caza, cartilla del perro…, o seguro del cazador), si lo ordena la ley y cuando corresponda. 

La Opción A del Informe LUC la puede implantar cualquier Comunidad Autónoma, es voluntad de sus dirigentes y de su Administración, aunque no ha sido puesta en marcha por ninguna CCAA como se propuso por la UNAC. Algunas CCAA tienen algo parecido y lo hacen bien: remiten toda la documentación al domicilio del titular –incluso con sobre franqueado- y, si se quiere la licencia, se va al banco, se paga y le remiten la licencia a casa; o la propia Administración domicilia el pago de la licencia en el banco del cazador; o se puede realizar su petición y pago a través de Internet, etc.; son gestiones que mejoran el servicio que ofrecen estas Comunidades Autónomas y que tienen el mismo espíritu que la Opción A, pero se quedan cortas, pues la propuesta de la UNAC es una propuesta conjunta: dentro y fuera de la CCAA, como Licencia Única. 





Opción B
La Opción B del Informe LUC propone que la Licencia Única (anteriormente expuesta) sirva, a través de acuerdos o convenios de colaboración entre CCAAs, para cazar en otras Comunidades Autónomas y viceversa, previo pago de la tasa correspondiente a la Comunidad Autónoma donde se quiera cazar, a través de una transferencia por Giro Postal; y con la Licencia Única de su CCAA y el documento de transferencia del ingreso Postal, ya está autorizado y puede cazar en la otra CCAA –TIENE VALIDADA SU LICENCIA-, con las mismas consecuencias expuestas anteriormente.

Algunos ven como dificultad, para implantar la Opción B, las pruebas de aptitud, y yo les preguntaría: “Si Ud ya posee un carnet o título académico o licencia, ¿se tiene que volver a examinar para obtenerlo/a?”. Entonces, ¿por qué quieren que se examinen los que ya la tienen? Quien la posee, la posee; y quien la desee por primera vez la licencia única que le exijan las pruebas de aptitud o su formación como cazador o pescador, para que la Administración de su Comunidad Autónoma se la entregue. 

Esta Opción B resultaría más complicada y costosa en el tiempo su implantación, así y todo ya está en marcha; ya fue aprobada a principios del año 2009 por 6 Comunidades Autónomas el implantar un permiso cinegético común en España (LUC), al cual ya se han adherido otras Comunidades Autónomas (10), ha pasado por las Cortes Generales, y se está trabajando en su implantación por los técnicos para que una vez todo preparado los Presidentes Autonómicos lo firmen y sea una realidad, a los cuales les doy mi enhorabuena, pues estoy convencido que ello redundará en beneficio de todos.

La implantación del Informe LUC propuesto por la UNAC, hubiera terminado con las comisiones, y con la burocracia en los trámites para la obtención de licencias de caza o pesca en las Comunidades Autónomas. Los cazadores y pescadores y la propias Administraciones Autonómicas se hubieran ahorrado miles o tal vez millones de euros, y la Administración hubiera ofrecido un buen servicio y una imagen más eficiente, eficaz, efectiva, moderna y de ahorro a la sociedad y a sus ciudadanos. Es lamentable que personas físicas o jurídicas sin ningún ánimo de lucro estén utilizando su tiempo libre y su dinero, sin recibir nada a cambio, para exponer los problemas y dar soluciones a la Administración, y ésta haga oídos sordos a sus esfuerzos y propuestas.

Lo que es reprochable, con la crisis que padecemos y con tantas y tantas medidas adoptadas por nuestra clase política para salir de ella, es que no se haya puesto en marcha ni implantado la Opción A de licencia única, y que algunas CCAA aún la tramiten como hace 40 años, como es el caso de la Comunidad Valenciana; una propuesta mejorable pero viable, sencilla y con pocos costes para las Administraciones que beneficiaría a todos los ciudadanos, pues ahorraría tiempo, trámites y dinero tanto a los cazadores y pescadores, como a las propias Administraciones Autonómicas. Tal vez si el Señor D. José Luis Martínez Guijarro, Consejero de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, hubiera impulsado lo que le pidió la UNAC en el año 2007 “La UNAC pide a Martínez Guijarro que lidere la implantación de la Licencia Única en España“, los afectados no le reclamarían ahora soluciones y una mejor gestión, y sus ciudadanos castellano-manchegos se hubieran ahorrado millones de euros en la tramitación en las licencias de caza y pesca. 

Al final, y después de darle muchas vueltas a la cuestión, uno se pregunta: ¿Por qué motivo sacamos y pagamos a la Administración una licencia de caza o/y pesca?, ¿será…como impuesto de lujo...?, ¿será…porque ofrecen algún servicio…¿será…porque con ello se financia o hay alguna contraprestación…?

Los cazadores de UNITEGA

Estimado/a cazador/a con la entrada de este nuevo mes y de un número más de Tecores queremos hacernos eco de lo que representa el comienzo de la mayor en nos nuestros montes, pero muy especialmente de lo complicado que fue conseguir llegar también a nuestros agricultores, esperando que noche tras noche nuestros jabalís no le pongan fin a una inversión costosa en la cosecha. Es probable que el retorno de los ladridos al monte y de los estruendos de nuestras armas llene de tranquilidad a nuestros vecinos/as que están a punto de cosechar el cereal, las patatas, las vides o el maíz, por desgracia se convierte también en una fecha esperada por los gestores de los Tecores y por una Administración que en la mayoría de los casos no se pronuncia y aprovecha nuestras divisiones y faltas de concreción en la determinación de objetivos básicos para el mantenimiento de la caza social tal y como la conocíamos hasta ahora en nuestra tierra.


Este es el momento de no volver a olvidarnos de los problemas que nos plantean los daños en los cultivos de las especies cinegéticas. Que el momento de entregarnos a la lujuria y pasión de la caza no nos aleje en exceso de una realidad cruda y sobre todo cuantificable.
Ahora dejamos el tiempo de recoger firmas, de escuchar y comprender a los vecinos/as afectados, de tramitar delante de la Administración medidas que puedan paliar los daños que produce la caza mayor en los cultivos, ese rato en el cual toda la gestión de nuestros Tecores dependía única y exclusivamente de la capacidad de aguante y resistencia de nuestros labradores y labradoras.

Ahora olvidamos que seguimos siendo los responsables de los daños que produce la caza mayor, que tenemos una legislación que ciertamente es la sentencia final para acabar con la caza social. Que existe un flecha que apunta directamente a nuestro colectivo cuando se pulsa cualquier teléfono de la Administración para quejarse por los daños. ¿Cuántos de nosotros colaboraríamos asociativamente con las entidades que gestionan los Tecores de tener que afrontar el coste de los daños en cultivos? ¿Cuántos de nosotros preguntamos como no existe ningún tipo de seguro que nos ampare por los daños en cultivos, al contrario que ocurre con los siniestros en la circulación viaria?

Sin duda que por el amor que le tenemos a nuestra pasión y a nuestra tierra que lo haríamos, pero ciertamente es algo a tener en cuenta cuando de asociaciones sin ánimo de lucro hablamos, y aquí es donde cualquier día nos aparecerá una sombra amparada por “figuras” cinegéticas que tienen el lucro entre sus objetivos y aplicará la selección natural delante de los practicantes de nuestra actividad que ya todos sabemos como se mide.

Ahora olvidamos que una parte muy significativa de los afectados/as por los daños, no pueden hacer efectiva ningún tipo de ayuda por parte de Administración autonómica, quien ideó un sistema de ayudas para agricultores profesionales, un sistema que al final es empleado para no poder disponer de cifras exactas y de la realidad que está suponiendo el avanzado proceso de abandono de en medio rural, lo que propicia que crezcan estas especies, pero sobre todo para lo cual es más importante, para ir tirando. Mientras se va tirando nadie se preocupa, no pasa nada, los labradores dan vueltas de un lado para otro para intentar recoger una lágrima, a veces tantas vueltas que desisten incluso de ponernos frente a frente con la Ley. A nuestro entender no podemos ser cómplices de este tipo de situación, nuestro deber es ser solidarios y tener en cuenta a la población del rural a la hora de abordar y de poner encima de la mesa este problema, para que entre todos podamos afrontar soluciones concretas y eficaces para esa especie en extinción, los labradores, y con ellos nuestro país, y para nosotros, que afrontamos la repercusión de una serie de consecuencias naturales sobre el abandono del campo y la proliferación de las especies de caza mayor como si de una estrategia de repoblación surgiéramos, como si nos habríamos olvidado de la problemática del conejo y de la perdiz roja.

En que momento los legisladores y la Administración actual van a comprender que no somos los propietarios de todos los terrenos cinegéticos, que legalmente no podemos atajar los problemas producidos por los daños, que en beneficio de toda la sociedad y de en medio ambiente no se debiera promover la extinción de estas especies, pero amigo, cuando nos aprietan y no tenemos otra salida... ¿Llegará el momento en el cual la administración y la sociedad tenga que plantearse la recuperación del jabalí, como parece tratarse ahora al lobo? ¿Para cuando seremos capaces de afrontar bis a bis y todos juntos que no podemos asumir ser los únicos responsables de los daños producidos por las especies cinegéticas? Sin duda ese será el momento en el que podamos decir que comenzamos a abordar una solución real y efectiva.

Carlos Irujo

La caza de montaña, como actividad que se lleva a cabo con armas y en lugares accidentados y solitarios puede generar múltiples y variadas de situaciones de peligro, por lo que debemos poner de nuestra parte todo tipo de prevenciones para impedir que ocurran ni siquiera una vez, ya que en ello nos puede ir incluso muestra vida.

Nunca está de mas recordar a los lectores, lo fundamental que es comenzar con una educación exhaustiva del joven cazador en el cuidado y manejo de las armas, algo que en mi caso he tenido la inmensa fortuna de contar con ambos padres cazadores que fueron muy estrictos en este sentido, lo que me facilitó mucho el aprendizaje de lo más elemental desde muy temprana edad, enseñanzas que debemos llevar a la practica siempre y no olvidar jamás. Hoy en día siempre que tengo en mis manos un arma, lo primero que hago es comprobar las veces que haga falta que esté descargada, no apuntar jamás a nadie, etc., en definitiva, no olvidar nunca que lo que tengo en mis manos no es ni mas ni menos que una maquina de matar que mal utilizada puede provocar una situación gravísima e irreversible.

Centrándome en las situaciones de peligro que he tenido en mis 35 años de deambulares cinegéticos, recuerdo por ejemplo hace ya bastantes años una madrugada en los que estaba recechando corzos en la sierra de Leyre y me metí por una estrecha faja de un lugar basta escarpado que tenía por bajo un cortado bastante considerable con el fin de gemelear una zona muy querenciosa que se veía desde allí, cuando salió delante mía una jabalina de mediano tamaño seguida de sus crías recién nacidas alejándose por la misma senda que yo estaba utilizando. Para mi sorpresa, el animal llegó al final de la faja y al comprobar que no tenía salida al estar cortada a pico, volvió sobre sus pasos dirigiéndose hacia mi como una exhalación por la misma senda, pudiéndose hacer cargo el lector de cómo me subió la adrenalina. Yo no quería disparar, pero ante la duda de que me atacara o me volteara al encontrarme en su camino, instintivamente y muy a mi pesar no tuve mas remedio que encararme el 243, so pena de que me tirara barranco abajo,  y no viendo mas que pelo por la mira de rececho dispararle de frente a muy escasa distancia, teniendo la fortuna de que cayera abatida prácticamente a mis pies. La situación fue para vivirla, pero me dejó un mal sabor de boca ya que intenté hasta el ultimo momento no abatirla,  y un gran susto.

En el alto Pirineo, a pesar de que siempre he intentado tener todo el cuidado posible por lo que implica el andar por estos preciosos parajes, he vivido algunas situaciones que pudieron acabar en percances, principalmente con la desorientación con las nieblas, el exceso de confianza al alejarme mucho y hacérseme de noche para volver, los cambios metereológicos y la nieve recién caída. Recuerdo como ejemplo un caluroso día de primavera en el que en días anteriores había caído una importante nevada que había salido a sacar fotos de sarrios y después de todo un día andando por una zona que conocía,  estaba volviendo hacía mi lugar de salida, cuando llegué a una ladera que estaba cubierta de abundante nieve y que al estar en medio del camino de vuelta invitaba a cruzarla por su mitad en vez de seguir las mas elementales normas de seguridad que deben imperar en la alta montaña en casos como este. Allí me tenían a mis 25 años llenos de fuerza y juventud y mi limitada experiencia, cansado después de muchas horas de camino dudando durante un buen rato si avanzar o no, cuando gracias a Dios y a mi buena estrella, decidí que más valía cansarse y perder una hora sorteando el circo por arriba donde no había peligro. Cuando ya estaba subiendo en vertical sudando como un condenado metido de nieve hasta casi la cintura por donde debía, fui testigo de un importante alud de la vaguada donde había pretendido pasar que se llevó hasta debajo de la montaña toda la nieve acumulada.


Carlos Irujo

La caza de la paloma durante su ruta migratoria es una apasionante modalidad de caza que se ha efectuado desde tiempos inmemoriales en los puestos de los collados navarros del pirineo occidental, siendo las especies que se cazan mayoritariamente la torcaz y en menor cantidad la zurita, por estos pagos llamada txoloma.

Si nos desplazamos de este al oeste podemos nombrar las antiquísimas redes del valle Baztanés de Etxalar, donde es un espectáculo ver trabajar a sus palomeros desde sus atalayas a la entrada del valle bajando hasta las alturas de las copas de los hayedos a los inmensos bandos de miles de torcaces con la sola ayuda de sus palas de madera que imitan el picado de los halcones sobre ellas, dirigiéndolas hasta las redes donde sus compañeros que las atrapan por muchas docenas si la ocasión resulta propicia, o las líneas del que fue famoso coto nacional de Quinto Real ahora cedido a los pueblos de la zona pero que sigue subastando palomeras, el mítico Luzaide-Valcarlos en el valle de Lindux y punto de partida español del camino de Santiago, donde la practica totalidad de sus habitantes son cazadores que cogen las vacaciones en el mes de octubre, incluido mi padre que durante muchos años, a pesar de vivir el resto del año en Pamplona, trasladaba a Burguete su consulta de médico para disfrutar todo lo posible de su afición palomera, o los ya más cercanos a la provincia de Huesca como Guibelea en las cercanías del monte Orhy donde recuerdo que de crío tardábamos más de una hora y media a lomos de caballerías para acceder a las posturas.

En una segunda línea, ya en el interior de Navarra, existen otras líneas palomeras menos importantes en cuanto a número de capturas, pero no por ello menos atractivas para el cazador como las del Valle de Ulzama, donde existen unos fenomenales puestos de contrapasa, El Perdón, Valle de Arce, Arive, Aibar, muchas de las localidades de tierra Estella y de la Ribera.

Se trata de una forma de ver la caza y muchos otros aspectos que la rodean mucho mas intensa de lo que nos podamos imaginar, Si no, ¿Cómo podemos explicar la pasión de muchos cazadores tanto navarros como de otras comunidades, entre las que abundan los franceses, que igual que hicieron sus padres y sus abuelos guardan buena parte de sus vacaciones para cazar junto a sus amigos, que abonan en algunos casos importantes cantidades de dinero para pujar en unas subastas llenas de pretendientes tan locos por la caza como ellos, que trabajan con meses de antelación en la preparación de sus chabolas y el acarreo de leña, en la fabricación de puestos en hayas que en algunas ocasiones alcanzan los 30 metros de altura, pasando semanas acechando el horizonte a la espera de ese vuelo ideal que no llega, pero que cuando por fin se llenan los cielos de miles de palomas compensa con creces la larga espera?. Sin duda es una forma diferente y apasionada de vivir la caza y todo lo bueno que puede rodearla, como puede ser el aderezarla con inolvidables comilonas en las que abunda el buen disfrute de la gastronomía que tanto se estila por estas tierras y el mejor beber acompañado de largas partidas de mus, todo ello en un entorno natural único e incomparable como son las inmensas selvas del pirineo navarro pobladas de hayedos y de abetales que se van tintando en esta época de múltiples tonalidades que enamoran y enganchan para siempre a quienes tienen la ocasión de contemplarlas.

Como acceder a este tipo de caza: De los aproximadamente 4.000 puestos o púlpitos que hay en Navarra, un parte de ellos son cedidos por los ayuntamientos mediante adjudicación directa a las asociaciones locales de cazadores, cuyos socios practican en ellos una caza social, y otros, que son los que pueden interesar a nuestros lectores, son objeto de subastas al mejor postor, teniendo gran importancia en su precio final la comodidad de sus accesos y la calidad de las chabolas que los cazadores utilizan en sus ratos de ocio y descanso.

Precios: Si hablamos de precios, los hay como en botica, desde unas accesibles 180 € (30.000 pesetas) hasta unos excesivos 15.000 € si queremos acceder a alguno de los más famosos. (Basta recordar que hay años que las subastas de lineas de Quinto Real y Gabarbide de Valcarlos fluctúan entre 30 y 40 millones de pesetas). Medio centenar de ellos son considerados de una categoría especial por su elevado número de capturas, llegando a varios centenares de ejemplares en el mes que dura la pasa, superando en casos excepcionales las 500 palomas.

El número de palomas que se pueden abatir durante la temporada no se ha sabido nunca oficialmente, ya que los cazadores no tienen la obligación de informar de las capturas realizadas, pero se popularmente se ha hablado de cifras alrededor de los 100.000 ejemplares, cantidad que creo que en la actualidad es bastante inferior, ya que parece ser que a pesar de que las poblaciones de paloma que hay en Europa son estables, incluso con tendencia a aumentar, lo cierto es que debido a la bonanza de la meteorología ello hace que los inviernos sean ahora más suaves, así como el espectacular aumento de los cultivos intensivos en toda Francia y en resto de Europa, lo que hace que un cierto número de palomas no se tengan que desplazar al sur en busca de alimento es lógico que estén perdiendo parte del espíritu migratorio que tenían hace años. Se habla de que antiguamente cruzaban el pirineo unos 10 ó 12 millones de palomas y hoy en día ha disminuido hasta los 2 ó 3 millones. Si a esto le sumamos que antiguamente los bandos de palomas llegaban a la frontera sin tirotear al no haber prácticamente en la zona francesa puestos que pudiesen perturbar su dirección, y que hoy en día desde las Landas hasta la frontera española existen decenas y decenas de líneas de puestos llenas de ávidos cazadores franceses que presionan a los bandos a elevarse y a buscar rutas alternativas a través de otros subvalles más occidentales, lo normal es que hayan disminuido las capturas en los lugares antaño tradicionales, pero que han elevado de forma espectacular en los nuevos lugares por los que intentan cruzar, como ocurre en los cotos de la regata del río Bidasoa, incluso en la vecina Guipúzcoa, donde se las puede ver cruzar cerca del mar.

Climatología: Un condicionante muy importante para la caza de la paloma migratoria depende de la metereología y más en particular de la gran importancia de los vientos. En primer lugar es necesario que el tiempo esté despejado, ya que la lluvia, los temporales o la niebla impiden la migración. En segundo lugar, es preferible que haya viento sur o bochorno, ya que con ello los bandos van contra el viento acercándose a los collados muy cercanas a las copas de los árboles y facilitando a los cazadores grandes cacerías al poder efectuar sus disparos mas cerca. Por el contrario, los días de viento norte las palomas los cruzan con viento de cola a gran altura y velocidad, lo que dificulta o impide su captura al cruzar estas fuera de tiro o en los límites del mismo.

Regulación Normativa: El periodo de caza de la paloma torcaz y zurita y malvíz, está autorizado desde el 1 de octubre hasta el 8 de diciembre, pudiéndose cazar todos los días desde los puestos y chozas autorizados. Los puestos de tiro han de ser fijos, tanto desde suelo como en lo alto de los árboles, estar autorizados en los Planes de Ordenación de los cotos de caza, ubicados en las cumbres de las cordilleras o en las zonas altas de las laderas, quedando prohibidas las escopetas volantes y transitar fuera de los puestos con las armas desenfundadas, excepto cuando el cazador salga a recoger una paloma caída en la proximidad del puesto, en cuyo caso deberá llevar el arma descargada. Una novedad que conviene destacar este año es que en aras de la seguridad cada puesto solo se podrá utilizar por un máximo de tres cazadores simultáneamente.

Las fechas claves son la semana anterior y posterior al 12 de octubre, festividad de la virgen del Pilar, decreciendo paulatinamente conforme se acerca se acerca el fin de mes y la llegada de los fríos invernales, eso si, con la llegada de los primeros fríos invernales suele haber golpes muy fuertes de pasa procedente de los bandos que han aguantado hasta ultima hora concentrándose en el sur de Francia alimentándose en los maizales de las Landas.

Los puestos de tiro, situados en línea de espera, tienen la obligación de tener una separación mínima de 50 metros, y en caso de interferencia entre ellos, tiene preferencia el más antiguo. Se entiende que hay interferencia cuando la eficacia del puesto preferente queda mermada y no exista acuerdo para cazar conjuntamente entre los titulares de los puestos afectados.

Para los cazadores que se animen he de indicar que las ofertas de las subastas suelen salir publicadas en el Boletín Oficial de Navarra cuya dirección de internet es
HTTP://WWW.CFNAVARRA.ES/MEDIOAMBIENTE, o en los anuncios de periódicos de ámbito local como el Diario de Navarra , siendo de interés para recabar información el teléfono del gobierno de Navarra 848 427000, o el de la Asociación de Cazadores Navarros 948 175049.

Miguel Íñigo Noáin – Presidente de ADECANA

¿Cree que la sociedad valora la caza con justicia?
No, hay una mala imagen de la caza, porque la gente sigue viendo al cazador como ese ser depravado que se echa al campo y arrasa con todo. Nosotros somos una herramienta de gestión y, de hecho, una de las finalidades de Adecana es la formación del cazador, conseguir que éste cambie de mentalidad. Ya no se puede cazar con la mentalidad del siglo XIX, sino con la del siglo XXI, es decir, la caza como gestión.
Es evidente que la caza posee una función importante.
Importantísima, porque, si dejásemos de cazar, habría que contratar cazadores o inventar alguna otra fórmula. En la última temporada, se han cazado unos 5.000 jabalíes en Navarra. Si esos animales no se hubieran cazado, al año siguiente habrían nacido muchísimas crías, y la población crecería a una ritmo elevadísimo. Cazándose esos 5.000 jabalíes al año, todavía continuamos teniendo problemas con daños a la agricultura y con accidentes de tráfico. ¿Qué pasaría si no se cazasen? Que en tres o cuatro años, la situación sería insostenible. La caza es necesaria.

Habría que trasladar eso a la sociedad.
El problema es que no hay formación en la juventud. En Francia, por ejemplo, las asociaciones de cazadores van a los colegios a enseñar a los niños en qué consiste la caza y el porqué es necesaria. Eso falta aquí, donde seguimos con la historia de Bambi y el cazador malo que mató a su madre. Son influencias negativas.

Y la situación no es así.
Es lo que intentamos. Ya no vale una caza indiscriminada, sino que debe ser mucho más sensata y racional. Debe convertirse en una caza de gestión y, para gestionar, es necesario conocer muy bien a la especie y, sobre todo, respetar a los animales.
Además, la caza y sus problemas van cambiando.
Las modificaciones en los usos y costumbres agrícolas, y los cambios de organización del territorio son cuestiones importantes. En Navarra, con las autopistas, autovías, canales, y ahora con la red de Alta Velocidad, el territorio está totalmente parcelado, y eso conlleva grandes problemas para los desplazamientos naturales de los animales. Hay que saber buscarle la vuelta y encontrar compensaciones.

¿En qué hay que poner mayor hincapié?
En este momento, dos de los mayores problemas para los cazadores son, por un lado, el tema de los seguros, tanto por daños a la agricultura como por accidentes de tráfico, y los planes de ordenación cinegética; y, por otro, la mejora del medio ambiente y de las especies: qué pasa con la gestión del jabalí o el tema de la perdiz.

¿Suponen un problema los planes de ordenación cinegética?
Llevamos muchos años de planes cinegéticos sin ver eficacia. Al final, se acaban convirtiendo en un mero trámite burocrático, de un alto coste y del que no se ven resultados, porque no han calado en los cazadores. Creemos que estos planes son importantes, pero que su ámbito no debería ser tan restrictivo como para un coto, sino más de área, comarcales. Serían más útiles, porque la problemática de los cotos de una misma cuenca suele ser la misma.

Esta es la entrevista realizada a Miguel Íñigo Noáin Presidente de Adecana por Diario de Navarra: Aquí os dejamos el enlace a la Noticia en el Diario de Navarra. Y aquí os dejamos un comunicado de Miguel Íñigo, sobre el porqué de Adecana

 

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