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La voz de los cazadores es la savia de la caza social en España, por eso es importante que entre todos expresemos nuestras inquietudes sobre todo lo que nos afecta, de una forma respetuosa y sencilla.

La caza social debe recuperar el protagonismo que le quitaron durante las últimas décadas y que mejor forma de hacerlo que a través de la voz de los cazadores.

Este espacio es un punto de encuentro de todos los cazadores sociales de España, por eso la UNAC te invita a participar en él con tus aportaciones.

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Solo deseo hacer la siguiente reflexión:
Creo que en la actualidad tenemos 2 tipos de caza; una caza deportiva y una  caza ancestral.

La caza deportiva es la más numerosa y seguro que será la que termine con la caza ancestral. En la caza deportiva los intereses económicos están por encima de todos los demás, crea competencia entre sus participantes, se benefician económicamente empresas, sociedades, particulares, se crean asociaciones o entidades sin animo de lucro que hacer no hacen nada por la caza, solo tienen unos sillones ocupados y cobrando sus sueldos. Los funcionarios de la administración a esta caza deportiva no suelen exigirle mucho y a veces otorgan  subvenciones sin pedir nada a cambio. Se realizan campeonatos para tener contentos a unos pocos de sus socios que participan. Si la función de esos campeonatos fuese la de promover y mejorar nuestras razas de perros, comprendería que esos campeonatos tenían una función muy importante.  Lejos de fomentar y mejorar nuestras razas de perros estos campeonatos sirven para recoger más dinero que al final solo un poquito repercute en nuestros montes y caza; el resto queda con quienes organizaron los campeonatos. La seriedad y el rigor en estos campeonatos creo que deja mucho desear.

Ahora ya tenemos a nuestros cotos y tecores asociados a esas entidades que dicen que la caza es un deporte. En nuestros tecores o cotos cada vez hay menos cazadores y más escopeteros deportivos.

La caza ancestral es la que practicamos aquellos que nos levantamos y vamos a nuestros montes con nuestros perros a disfrutar de una jornada de caza en la que lo menos importante es quien mata más; sino el observar a nuestros perros y no necesitaríamos la escopeta para disfrutar de la caza. También son esos pocos cazadores que van a sus asambleas y exponen lo creen que esta mal y luchan por mejorar su coto o tecor. Los que trabajan en su tecor o coto intentando mejorar lo que esta mal. La realidad es que son mayoría los escopeteros en los tecores por eso no se puede hacer nada y los pocos que luchan por una caza mejor son insultados y pronto olvidados. La caza ancestral no les interesa a los funcionarios de la administración; pues este tipo de caza no produce intereses económicos. Esta caza ancestral seguro que si seria muy beneficiosa para nuestros montes y la caza en general; pues cuando no hay intereses económicos ni competencia las cosas van bien. Esta caza ancestral la que nuestros antepasados nos han transmitido genéticamente hasta nuestros días; además de transmitir la pasión por la caza nos transmitieron el respeto por la caza y la naturaleza. Estos que consideran que la caza es un deporte han perdido los genes de nuestros antepasados y con ellos la pasión por la caza, el respeto por las presas y la naturaleza.

Quien va al monte a cazar con intereses económicos y con a fan de competencia nunca será un buen cazador; pero seguro que  podrá ser un escopetero o un depredador.

Un saludo a todos/as los que practiquen la caza ancestral o ven la caza como nuestros antepasados.

La nueva Ley atenta contra los recursos naturales de Álava



TEÓFILO RUIZ DE VIÑASPRE CORTES DNI: 16.516.333 
ASOCIACIÓN DE COTOS DE CAZA DE ÁLAVA 

ENRIQUE MELLADO ITURRATE DNI: 14.864.751 
FEDERACIÓN TERRITORIAL DE CAZA DE ÁLAVA 



El pasado día 17 de marzo el máximo órgano legislativo de la Comunidad Autónoma de Euskadi aprobaba la Ley 2/2011 de Caza. Cierto es que desde hace más de una década esta Comunidad Autónoma venía reclamando una actualización de la legislación vigente en materia de caza, no porque la Ley Estatal de 1970 fuera insuficiente para regular el recurso –que de hecho no lo es a pesar de haber pasado más de 40 años desde su promulgación-, sino porque la evolución de las poblaciones cinegéticas, la aparición de nuevas problemáticas relacionadas con el avance de nuestra sociedad y una nueva concepción de la caza como instrumento de conservación de la naturaleza, requerían una adaptación de la legislación a los nuevos tiempos. 


Por otra parte la singularidad del territorio alavés en cuanto a organización, gestión y estado de conservación del medio natural estaba necesitada de una regulación adaptada a sus características, hecho que se consumó con la aprobación de una normativa foral específica en la materia en 2004. 

El camino de la nueva Ley ha sido largo, y se ha caracterizado por un cierto ocultismo de acción frente a los intereses cinegéticos de Álava, ya que desde el principio los cazadores alaveses han estado al margen de este proyecto legislativo. La Federación Territorial de Caza y la Asociación de Cotos de Caza de Álava (A.C.C.A.) han tenido que mendigar la información, y en las pocas ocasiones en las que han tenido acceso al proceso, todas sus iniciativas y recomendaciones han sido rechazadas por unos grupos políticos que, a la vista de los resultados, tenían y tienen poco conocimiento del modelo de gestión y de la riqueza natural de este territorio. 

Ahora, de forma alevosa y por la puerta de atrás, ha quedado aprobada la nueva Ley en la que ya, y de partida, se obliga a las sociedades de caza a regularse por la Ley del Deporte 14/1998, de 11 de junio, en clara contraposición a la Constitución Española, en la que claramente se diferencia la caza de las actividades deportivas. En este sentido la nueva Ley, y según este principio de usurpación de identidad, dejaría fuera del mundo de la caza a asociaciones con tanto prestigio y recorrido como las alavesas, inscritas en registros diferentes a los deportivos. 

Por otra parte, difícilmente se puede entender que al amparo de la nueva legislación, resurjan las zonas de caza de aprovechamiento común (zonas libres), y lo que aun es más grave, ¡sin exigencia de que estas zonas tengan un plan técnico de aprovechamiento!. ¿dónde se concibe esta situación en nuestros días? Este escenario, superado desde 2004 en Álava, ahora, se vuelve a recuperar en contra de las normas más elementales de conservación y sostenibilidad del patrimonio cinegético. 

Otros elementos como la utilización de reclamos mecánicos –que no electrónicos- y el empleo de trampas selectivas para el control de predadores –homologadas por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino-, quedan también prohibidos al amparo de esta nueva Ley. ¿Cómo es posible establecer planes técnicos en espacios acotados y no hacerlos en terrenos libres? ¿Cómo se puede autorizar un coto intensivo, con el riesgo para el medio natural que entraña, solamente en zonas acotadas, a priori, de mayor valor faunístico? ¿Qué intereses esconde este proyecto? 

No se ha dado solución a materias, tan fundamentales económicamente para el colectivo, como son los siniestros en carreteras y los daños causados por las especies de caza a los aprovechamientos agroganaderos. ¿Acaso se pretende la eliminación de los cotos de caza? ¿Comparte esta pretensión también la Diputación Foral de Álava? Desde el sector cinegético alavés se ve una clara finalidad con esta Ley: impedir el normal desarrollo de esta actividad tradicional, tal y como se venía desarrollando en este territorio, sin aportar soluciones a la falta de relevo generacional de los cazadores y sin preservar una actividad económica tan importante para Ayuntamientos y Juntas Administrativas ¡no tardaremos, seguramente, en lamentarlo! 
Y mientras tanto la opinión pública ha estado distraída con argumentos banales relativos a las distancias de seguridad, sin analizarse otros aspectos fundamentales que, a la vista está, comprometen seriamente la conservación de los recursos naturales alaveses. 

Desde la Asociación de Cotos de Caza de Álava y la Federación Territorial de Caza de Álava, se van a realizar consultas al Consejo de Estado y al Defensor del Pueblo para estudiar la viabilidad de plantear un recurso de inconstitucionalidad a la nueva Ley, que antes de nacer, ya está cargada de polémica y, a decir de muchos, supone el fin de un sistema sostenible de gestión que lleva funcionando con notable éxito, en el territorio alavés, durante las dos últimas décadas.

Víctor Rafael Mascarell Mascarell

Presidente de la Asociación de Entidades de Caza de la Comunidad Valenciana (ADECACOVA), y miembro de la Junta Directiva de la Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC)
Valencia, Marzo 2011.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha puesto a información pública, como establece la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, el borrador del Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad en su versión preliminar, con sus Anexos 1 y 2, cuya finalidad es el establecimiento y la definición de objetivos, criterios y acciones que promuevan la conservación, el uso sostenible y, en su caso, la restauración del patrimonio, recursos naturales terrestres y marinos y de la biodiversidad, sorprendiéndome la falta de ecuanimidad en él plasmado. Al leerlo me ha venido a la cabeza el artículo que en el año 2006 publiqué, con el título: “Me alegra el Anteproyecto de ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y me preocupa su relación con la Caza y la Pesca”, y que se puede leer en la red, pues he tenido la misma sensación al respecto, pero ahora con este Plan Estratégico.


Es preocupante que la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad dedique todo un CAPÍTULO IV “DE LA PROTECCIÓN DE LAS ESPECIES EN RELACIÓN CON LA CAZA Y LA PESCA CONTINENTAL”, que no son pocas dentro de España, y que dicho Plan Estratégico no las incluya para nada; bueno no, en el ÁREA PRIORITARIA Conservación de la naturaleza, en su META 2. Proteger y conservar la naturaleza en España, y en el OBJETIVO 2.2 Contribuir a la conservación y restauración de hábitats naturales y especies silvestres, donde se ubica la Red de Parques Nacionales, la Red Natura 2000, el Catálogo Español de Hábitats en Peligro de Desaparición, la Red de Recursos Genéticos Forestales, el Catálogo Español de Especies Amenazadas, etc., para los cuales hay previsto un presupuesto de 30 millones de euros para 4 años según el Plan, ahí aparece como residuo la ACCIÓN 2.2.13 “Contribuir a la sostenibilidad ambiental de las actividades cinegéticas y piscícolas y mantener el Inventario Español de Caza y Pesca”, con grado 3 (ni prioritario -1-, ni necesario -2-; eso, como conveniente -3-), y que con seguridad se perderá en el limbo; cuando la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, que ordena realizar el Plan Estratégico Estatal del que hablamos, dedica todo un Capítulo IV a “la protección de las especies en relación con la Caza y la Pesca Continental”.

En este puchero de Plan Estratégico se imponen cuestiones, como el turismo, que no aparece en la Ley del Patrimonio Natural; a otras cuestiones que aparecen residualmente, se les da mucha importancia; otras que en la Ley tienen mucha importancia ni se citan, etc. Se supone que si la Ley lo legisla, y lo desarrolla bien desarrollado dentro de la propia Ley, será porque tendrá importancia ¿no? Entonces, ¿tan difícil será coger la estructura de la Ley del Patrimonio Natural y desarrollar con ella el Plan Estratégico Estatal, según sus Títulos, Capítulos y artículos, y dotarlos de presupuestos, para que las CCAA después ajusten sus Planes de Ordenación de los Recursos Naturales a ello?

Y es que es lógico lo que he comentado: si uno se lee el Anexo 2 de dicho Plan Estratégico, entonces es cuando se da cuenta que todo un Ministerio no sabe qué valor, ni estado de conservación, ni cuantificación, ni hábitats, ni de gestión tienen las Especies Silvestres Cinegéticas y Piscícolas de su Patrimonio Natural Estatal, pues no consta ni un solo Indicador de ellas para establecer sus objetivos y áreas prioritarias. En una palabra, no han invertido ni esfuerzo ni recurso alguno en saberlo. Si no tienen Indicadores de las Especies Silvestres Cinegéticas y Piscícolas, ¿cómo van a aparecer entre sus objetivos y prioridades esas especies, si los indicadores son los que establecen las prioridades y objetivos? Me da la impresión que los infiltrados disfrazados de verde y que forman el Ministerio de Medio Ambiente, quieren apartar como siempre han hecho a las especies de Caza y Pesca, para que los cazadores sigan pagando de su propio bolsillo los indicadores, estudios, informes, etc., que debería de realizar el propio Ministerio de Medio Ambiente en colaboración con las CCAA, si quiere saber que tal sana está su población de especies cinegéticas y cómo evoluciona para su control zoosanitario, su equilibrio poblacional, y su sostenibilidad en España.


Lo reprochable es que han estado durante 40 años imponiendo su política medio ambiental e invirtiendo para mejorar el Medio Ambiente, y no lo han mejorado; está mucho más degradado. Han invertido en prioridades y objetivos durante años para mejorarlos, de ahí que tengan Indicadores, y como tienen Indicadores ahora quieren seguir invirtiendo otros 40 años más en esos mismos Indicadores, sin dar participación y paso a otros sectores ni actores ni planteamientos, para mejorar eso que ellos llevan años diciendo y haciendo, y sigue empeorando.

Se dijo y se alegó cuando se inició la andadura del Plan Estratégico: que la Caza y la Pesca no aparecía, y que las especies de caza también forman parte del Patrimonio Natural, al igual que lo forman las especies protegidas o las que están en peligro de extinción, y todas son importantes y deben de aparecer en él; pero en el Ministerio de Medio Ambiente se hacen los suecos de lo que dicen y proponen los cazadores, ni tan siguiera les responden; un Ministerio que quiere seguir dando las prebendas como hasta ahora a los que hasta ahora han hecho los inventarios, y utilizan palabras verdes en los medios de comunicación (el Plan le dedica: 70.000.000 millones de euros), o aquellos que apuestan por la extinción de incendios (el Plan le dedica: 432.000.000 millones de euros), y no en la prevención del incendio forestal (el Plan le dedica: 1.500.000 millones de euros), que por la diferencia de inversión entre la extinción y la prevención se ve claramente la intención del Ministerio de Medio Ambiente en sus políticas medio ambientales y que hasta ahora de poco o nada han servido para mejorar nuestro Patrimonio Natural y nuestro Medio Ambiente, y a los hechos me remito: hay más degradación de nuestro entorno natural, menos salud y biodiversidad en nuestros bosques y sotobosques, más cambio climático, menos especies animales y vegetales, más contaminación atmosférica y acústica, menos calidad del aire, más pérdida de ecosistemas y de biodiversidad, etc.  

Este Plan Estratégico, que a los cazadores no se les ha tenido en cuenta para nada ni se les ha dado ningún tipo de participación habiéndose presentado como interesados, y que el Ministerio de Medio Ambiente dice que para su realización ha llevado a cabo reuniones y contado con la participación de los diferentes actores implicados, más bien parece un estratégico plan para que algunos sigan exprimiendo las arcas públicas y viviendo de ellas, que un Plan Estratégico Estatal para preservar nuestro Patrimonio Natural, conseguir mejorar nuestra biodiversidad, y enriquecer y mantener nuestro Medio Natural y Ambiental para que sea sostenible.

Mucho tendrá que cambiar este Plan, y mucho tendrá que cambiar el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino en sus políticas y en sus compromisos de trabajar por garantizar una efectiva participación de la sociedad civil, como se comprometió la ministra al ser elegida recientemente Presidenta del 26º periodo de sesiones del Consejo de Administración/Foro Mundial de Ministros del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), si quiere mejorar nuestro/el Patrimonio Natural y su Biodiversidad, que lo verde prohíbe mucho, vende bien a la opinión pública y vive muy bien de ello, pero aporta muy poco físicamente a la salud y calidad de nuestro medio natural y rural, y a su biodiversidad.



Víctor Rafael Mascarell Mascarell
Presidente de la Asociación de Entidades de Caza de la Comunidad Valenciana (ADECACOVA), y miembro de la Junta Directiva de la Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC) 


Las Administraciones oyen a los cazadores, pero no los escuchan. La clase política los ha soportado, pero no respaldado y ayudado. Las personas influyentes les han ido quitando pedazo a pedazo su identidad, su idiosincrasia, y su forma de ser y de vivir. Entre todos les han arrebatado, poco a poco, sus ilusiones a base de obligaciones e imposiciones. Los Gobernantes les han obligado a ser lo que no son (deportistas) y han hecho oídos sordos a sus reivindicaciones: que son cazadores y parte viva del medio ambiente que les rodea. Pero las Leyes cambian, para bien o para mal, y las Administraciones tienen que cumplir y adaptarse por imperativo legal a dichos cambios, o lo que es lo mismo, a la voluntad del legislador, aunque algunos por desgracia se creen que su cargo o administración es su cortijo, y tardan un poco más. 



La Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, impuso a los titulares de los cotos de caza y pesca que tenían que tener un plan técnico; así en su artículo 33.3 se indicaba: “Todo aprovechamiento cinegético y acuícola en terrenos acotados al efecto deberá hacerse por el titular del derecho, de forma ordenada y conforme al plan técnico justificativo de la cuantía y modalidades de las capturas a realizar”; también obligó en su artículo 35.1.“Para el ejercicio de la caza y de la pesca será requisito necesario la acreditación, mediante el correspondiente examen… 2. La superación del citado examen habilitará a los interesados para la obtención de las correspondientes licencias de caza o pesca, que expedirán los órganos competentes de las Comunidades Autónomas…4. Por las Comunidades Autónomas se crearán los correspondientes registros de infractores de caza y pesca cuyos datos deberán facilitarse al Registro Nacional de Infractores de Caza y Pesca, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que se crea por esta Ley.” 

Las Comunidades Autónomas, con el traspaso de competencias fueron legislando sus Leyes de Caza y adaptándolas para el cumplimiento de la anterior ley del párrafo anterior, imponiendo los Planes Técnicos de Caza y los exámenes del cazador y del pescador. Las leyes autonómicas de caza han ido obligando a todos los titulares de cotos a tener un Plan Técnico de Caza o un Plan Técnico de Ordenación Cinegética, con un gasto cada cuatro años en su realización de más de mil euros de media cada uno (en España hay aproximadamente 32.000 cotos a una media de 1.000 euros cada uno, estaríamos hablando de 32 millones de euros); unos libros con planos, datos e información que al final se autorizan por la Administración con dos folios, pero que en último lugar hay que pedir autorización para todo lo que se quiera realizar; no sólo se exige un plan cuatrienal o quinquenal, también es obligado en muchas CC.AA. el presentar anualmente las memorias de gestión en base a dicho Plan, las cuales también tienen un coste económico, según en que Comunidad Autónoma o en que Provincia se tengan que presentar. 


Pero la nueva LEY 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, derogó o dejó sin vigor la anterior Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, así consta en su Disposición derogatoria. “1. Quedan derogadas las disposiciones de carácter general que se opongan a lo establecido en esta Ley y, en particular, la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres”. 

La LEY 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad no obliga ni cita nada de los Planes Técnicos, ni del examen del cazador, ni tampoco del Registro de Infractores de caza y pesca, eso sí, indica que, “El Ministerio de Medio Ambiente…elaborará el Plan Estratégico Estatal del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad….los Planes Sectoriales que desarrollen el Plan…y que El Ministerio de Medio Ambiente, con la participación de las Comunidades Autónomas, elaborará, en el marco del Plan Estratégico Estatal del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, unas directrices para la ordenación de los recursos naturales a las que, en todo caso, deberán ajustarse los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales que aprueben las Comunidades Autónomas. 

La vigente Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, encomienda en su artículo 21. 1. que “Corresponde a las Comunidades Autónomas la elaboración y la aprobación de los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales en sus respectivos ámbitos competenciales.”, pero no obliga a los titulares de los aprovechamientos de caza y pesca de terrenos acotados a realizar un plan técnico justificativo para poder cazar o pescar. 

Ahora la Ley que obligó a tener un plan técnico de caza a su titular no lo hace, pero si lo hacen las leyes de caza de las Comunidades Autónomas, que en su mayoría no se han adaptado a la Ley Básica Estatal, la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y a sus Planes de Ordenación de los Recursos Naturales, que deberán ser elaborados y aprobados por las Comunidades Autónomas. 

No es mi intención hacer una valoración técnica, jurídica o económica de las repercusiones, alcance, o de la necesidad de planificar o no un espacio cinegético para poder cazar, aunque considero que sí debería existir una planificación en el aprovechamiento de las poblaciones de especies silvestres cinegéticas, que son parte de nuestro Patrimonio Natural, con el fin de conservarlo, hacer un uso sostenible, y en lo posible mejorarlo y restaurarlo, como parte del deber de conservar y del derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, todo ello con el reconocimiento y respaldo de nuestras Administraciones, evitando burocracia y gastos innecesarios. 

Pero sí que es mi intención, en primer lugar que se sepa, y los afectados actúen en consecuencia; en segundo lugar que se reflexione en qué nos hemos equivocado, sin buscar responsables o exigir responsabilidades; y en tercer lugar hacer un llamamiento a todas las Administraciones Autonómicas, para que tomen el testigo y adapten sus leyes de caza a la voluntad legislativa estatal, corrigiendo y cambiando el modelo de planificación de aquello que no ha dado los resultados que todos habíamos esperado, con la colaboración activa y real de la Caza y de los cazadores de a pie, y para aquellos cargos o administraciones que justifican la imposición de los Planes Técnicos de Caza (que no tienen porque justificarse, pues no son culpables de nada), amparándose en que su Ley de Caza no contraviene la estatal, pero sí obligando a sus ciudadanos a pagar el Plan que en la actualidad no tiene respaldo legal a nivel estatal, cuando son las CC.AA. las que lo tienen que elaborar (artículo 21.1 LPNB), que no apliquen la ley del embudo a sus ya económicamente castigados ciudadanos, como viene ocurrido con: el pasaporte de los perros, los reclamos vivos (gripe aviar), el ahorro que hubiera supuesto la licencia única de caza, los pagos de los siniestros de especies de caza (P-SPEFS), o el gasto en el cambio de arma por la prohibición del plomo en las zonas húmedas.


Carlos Irujo Beruete
DNI 15831571 G


Tras leer en un periódico navarro  el titular de la página de Caza y Pesca acerca del campeonato navarro de becadas, titulado “el mejor becadero navarro”, opino que esta no es precisamente la mejor imagen que se puede dar de los cazadores, de la Administración Foral de Navarra y de la buena gestión que se deben hacer de los espacios y especies cinegeticas.

En primer lugar quiero dejar bien claro que no tengo nada en contra de los estamentos federativos, ni del campeón, ni de los 12 deportistas de competición en la modalidad de caza que participaron, sino que mi critica es con el responsable técnico de gestión cinegética del Departamento de Medio Ambiente que haya podido dar el visto bueno para autorizar esta competición, permitiéndola en un vital reservorio para la tranquilidad de la becada, como es el coto de Ezprogui-Sabaiza, cuyo titular es el Gobierno de Navarra. Además de ello esta competición deportiva se celebró el día 8 de diciembre, y la mayor parte de Navarra estuvo varios días antes cubierta nieve y frío, lo que sin duda propició el desplazamiento a esta zona boscosa de ejemplares del norte de Navarra, con el consiguiente aumento de la afección que se pueda haber ocasionado

He de hacer mención a la incoherencia que supone es que en las reuniones de la comisión de la becada que los cazadores hemos tenido la Administración, con idéntico inicial criterio que grandes expertos nacionales e internacionales, reiteradamente se nos ha manifestado que para una correcta gestión de la becada, sobre todo cuando hay olas de frío que son vitales son necesarios una serie de lugares de reserva total de la caza de la becada, como son el Parque Natural de Urbasa y Andía, Sabaiza, los Señoríos de Erro, etc, no se permite al cazador de base el practicar en estos montes públicos de todos los navarros la caza de ocio. Esto es algo que se puede o no estar de acuerdo, aunque no parece nada malo que existan una serie de “islas” donde la becada pueda estar tranquila ante la gran presión que tiene por parte de los cazadores. Pero a la hora de la verdad, estas palabras se las lleva el viento, porque incongruentemente, cuando se solicita que se puedan celebrar allí pruebas deportivas de competición por parte de quien corresponda se vienen autorizando en estos espacios una serie de campeonatos donde unos pocos deportistas de alto nivel están abatiendo un importante número de ejemplares que a mi entender son vitales para la supervivencia de esta especie.

La caza del siglo 21 es mucho mas que el deporte que pretenden algunos que sea, y este tipo de campeonatos están dando a la ciudadanía una pésima imagen de lo debe ser un cazador conservacionista y respetuoso con el medio ambiente. A mi entender, los campeonatos de caza de especies silvestres se deberían a empezar a pensar en modificarlos para que se celebraran sin muerte, o a lo sumo con especies repobladas que no causen daño a las especies naturales. En mi opinión, y respeto al que piense lo contrario, no faltaría mas,  el mejor becadero no es el a toda velocidad mas caza en menos tiempo, este es simplemente el ganador de una competición, sino el que mas disfruta de la naturaleza llevando a cabo una gestión sostenible del territorio, cazando unas pocas becadas al año disfrutando de nuestros perros y del monte, o incluso anillándolas para aprender mas de ellas, que esto si que traslada a la ciudadanía una correcta imagen de lo que debe ser un buen cazador.

 

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