Contenidos Trofeo Mayo de 2010

Trofeo: 40 años al servicio de la caza y la conservación

En estos 40 años, son muchos los autores que han escrito en la revista de los temas más diversos, miles las fotografías publicadas, los anuncios… En este reportaje se hace un resumen, por supuesto incompleto, sobre la historia de la revista en estas 4 décadas.

La caza en las autonomías

Desde mediados de los años 80 la caza es competencia de las comunidades autónomas. Hemos querido, en este número tan especial, preguntarles a todas por una serie de temas que interesan al cazador: especies cazables y situación de las mismas, cómo conseguir una licencia, métodos autorizados para el control de predadores, etc.

La solución a la caza de la perdiz con reclamo

Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha se han propuesto, conjuntamente, solucionar de una vez por todas los problemas legales de la caza de la perdiz con reclamo. En este artículo se explica el origen de este conflicto y cómo lo solucionarán estas tres autonomías.

Entre veteranos y conejos

Crónica de una jornada de menor –sobre todo conejera– en un coto de La Mancha que se distingue por su buena gestión cinegética y el gran número de conejos. Tres veteranos cazadores serán también los protagonistas de esta cacería.

¿Osos en Andalucía?

Los osos habitaron y se cazaron en Andalucía hasta fechas relativamente recientes. Así se demuestra en este magnífico y documentado reportaje histórico.

Evolución del perro de caza

Juan José García Estévez, cazador, criador de perros de caza y veterinario, resume la evolución, en estos 40 años, del perro de caza, de sus enfermedades y de los revolucionarios avances veterinarios.

La evolución de escopetas y rifles

Juan Francisco París analiza la evolución en España de nuestras “herramientas habituales” en las últimas décadas, tanto de rifles como de escopetas. Nuevos mecanismos y materiales han revolucionado nuestras armas de caza.

Corceras empedernidas

La pasión del corzo en Cataluña avanza imparable, tanto es así que son ya varias las cazadoras las que persiguen al duende del bosque con precisa eficacia. Tres corceras explican cómo viven esta afición.

 

 

Editorial de mayo

 

Una preciosa cuarentona

José Ignacio Ñudi

Cuánto nos gusta a los medios de comunicación darnos autobombo con los cumpleaños, pero no es para menos si se logran cumplir los cuarenta, como es el caso de TROFEO. Además estas efemérides nos permiten salir de la rutina del mes en curso y buscar reportajes más ambiciosos. También nos provocan cierta nostalgia, nos hace darnos cuenta del largo camino recorrido y, sin quererlo, nos obligan a reflexionar sobre el presente y futuro de la revista y de la caza.

40 años y 480 números dan para mucho. La historia de la caza en estas cuatro décadas está recogida, mes a mes, en esta revista que nació en la primavera del 70 y es, desde hace ya tiempo, la decada en estos temas del campo y de la caza, que son la misma cosa.

¿Cuánto ha cambiado la revista y la caza en estos años? La revista indudablemente: en su proceso de confección, en la calidad del papel, de la impresión, en la ausencia de páginas en blanco y negro que, a veces, incluso se echan de menos.

También han cambiado los contenidos, ahora mucho más especializados y técnicos porque el cazador es más exigente y está mejor formado. Se echan de menos aquellas cacerías míticas, auténticas aventuras, casi viajes de exploración, que prácticamente han desaparecido porque queda poco por descubrir y se nos ha olvidado, con esta sociedad del bienestar, cómo se cagaba –con perdón– en el campo.

¿Y en su esencia, ha cambiado la revista? Quizá muy poco, y ahí está uno de sus mayores logros, que su línea editorial sigue siendo, esencialmente, la misma. Apuesta por la cultura, por las tradiciones, por defender la caza como un hecho natural, intrínseco al ser humano, y una de las mejores herramientas de conservación que existen para el campo que nos queda. He dicho caza, no sucedáneos que tienen su lugar, su momento y requieren una regulación específica y posiblemente nuevos bautismos semánticos.

¿Y la caza, su práctica, qué cambios ha sufrido? La caza se ha normalizado y organizado hasta la extenuación. Cazar no ha sido nunca tan fácil como coger setas o espárragos, pero teniendo una escopeta y una licencia nacional, cualquiera podía recorrer España pateando sus muchos terrenos libres. Hoy, tras muchas gestiones y exámenes para conseguir la licencia de armas y la de caza de alguna autonomía, quien no pueda pagar un coto o no tenga la suerte de poder pertenecer a una sociedad de cazadores, casi todas más blindadas que el Banco de España, no tendrá dónde cazar.

Ahora la caza también se gestiona deliberadamente y hasta se estudia. En cuanto a equipo, un cazador puede parecer un extraterrestre a los ojos de un dominguero. Las ofertas cinegéticas comerciales fuera y dentro de nuestro país han llegado hasta lo tragicómico y lo delictivo con leones y tigres “de dehesa y anestesia”. Y para rematar, los remordimientos por la muerte de la madre de Bambi no nos dejan dormir.

Es lo que hay, pero cada época tiene sus cosas positivas, y ésta también. Lo mejor es que son tantas las opciones que, con un poco de voluntad y cierto desembolso, cada uno puede encontrar su lugar en este mundo de la caza que TROFEO ha estado mostrando en estos 40 años.

Gracias de corazón a todos los que habéis colaborado alguna vez en la revista, a los anunciantes y a los miles de cazadores que la leéis cada mes, más de 200.000 según el último EGM. Y gracias especialmente a Juan Francisco París, a Pablo Capote, a Rafael González, a Paloma Ferreiro y a mis otros compañeros y jefes de Editorial América Ibérica, por dejarse la piel en cada número.

 

 

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