La integración de la caza en sistemas de certificación forestal
A entender de ADECANA, la caza y la pesca deberían estar integrados en PEFC, que es el sistema de certificación forestal más implantado en el mundo. El objetivo de PEFC es asegurar que los bosques del mundo sean gestionados de forma responsable, y que su multitud de funciones y beneficios que con ello se puedan obtener estén protegidas para generaciones presentes y futuras. Para ello cuenta con la colaboración de propietarios y empresas del sector forestal, que apostando por la certificación de sus bosques e industrias, están asegurando la sostenibilidad del sector, así como de los sectores agrícola y ganadero, turístico y del sector servicios, cuya actuación en la correcta gestión del medio debe de ir en beneficio del resto del ámbito rural.
PEFC proporciona el marco para la aplicación de unas normas comunes acordadas internacionalmente, a todos sus sistemas de certificación nacional, y a los gestores forestales y empresas de transformación de productos forestales entre los que se encuentran la caza y la pesca.
La caza junto con el resto de los productos de origen forestal, (madera, papel, corcho, setas, resinas, esencias...) debería de estar certificada por PEFC para garantizan a los consumidores que están comprando productos de bosques gestionados sosteniblemente. Escogiendo PEFC, los compradores de carne de caza pueden ayudar a combatir la corta ilegal y fomentar las principales funciones que juegan los recursos forestales.
La caza como instrumento de planificación y gestión
La caza no puede limitarse a ser ejercitada de acuerdo a unos parámetros de autorizaciones o prohibiciones, sino que debe ser gestionada de forma sostenible como un fruto mas de lo forestal, es decir, las poblaciones animales deben de ser gestionadas como un rebaño donde cada año a través de su correcta gestión se mejoran sus poblaciones, y por supuesto completamente coordinados por el resto del sector rural al que pertenece.
La cinegetica no solo puede, sino que debe ser un instrumento de planificación de gestión, tanto de la estepa cerealista y sus cultivos, como de nuestros bosques, todo ello de forma conjunta y coordinada con el resto de aprovechamientos de nuestro ámbito rural. Una vez planificada hay que certificarla con su correspondiente sello, y cuando esto se consigue se puede llevar a efecto de acuerdo a lo planificado.
Esto no es nada nuevo que pueda ser una utopía, sino que actualmente desde el Gobierno de Navarra ya que está haciendo con gran éxito en la planificación forestal, y esto es una oportunidad única para llevarlo a efecto, no en vano parece que es lo que pretenden los actuales gestores de la Administración al crear dependiendo de la Dirección General de Medio Ambiente el Servicio Forestal y Cinegético.
Tal como opina Miguel Iñigo, “cuando una cuadrilla de jabalí extrae del medio una serie de animales, no se está limitando a cazarlos, sino que está ayudando a mantener sus poblaciones dentro de los limites aconsejables, contribuyendo con ello a que haya menos accidentes de carretera y daños de agricultora, e incluso a frenar la expansión de enfermedades, como la tuberculosis o la peste porcina.” Lo mismo opinan los cazadores de la Ribera cuando hacen referencia a lo que ocurre en los cotos de la margen derecha del Ebro donde los cazadores eliminan miles de conejos que sin ello destrozarían los cultivos de estas zonas.
La caza y la pesca, junto con el resto de aprovechamientos tiene que ser considerada como el instrumento que es para el mantenimiento de numerosos ecosistemas y a la diversidad biológica, ser el sustento económico y social de muchas poblaciones rurales y tener un papel social y cultural reconocido cada vez en mayor medida, y que tanta implantación tiene en Navarrra.
Los cazadores no somos como pretenden hacer ver los animalistas unos asesinos que se dedican a matar animales, sino que somos un instrumento necesario para contribuir al mantenimiento de numerosos ecosistemas y a la diversidad biológica, somos el sustento económico y social de muchas poblaciones rurales y por ello debemos de tener un papel social y cultural reconocido cada vez en mayor medida, pero para que ello se lleve a efecto, la Administracion tiene que hacerlo constar en el Proyecto de Ley de Caza y Pesca que proponga al Parlamento para su promulgación.
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