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Una licencia interautonómica para unos pocos

El Estado transfirió las competencias en materia de caza a las CC. AA., lo que también propició el que éstas crearan sus propias licencias de caza y que cobraran importes totalmente dispares.
sábado, 07 de noviembre de 2015

  

Con el paso de los años, cada CC. AA. estableció procedimientos diferentes para obtener dichas licencias, llegando algunas incluso a crear exámenes para poder sacarlas.

Con este panorama, lo que en principio debería haber sido un proceso que facilitase y acercase a los ciudadanos la Administación, se convirtió realmente en un gran impedimento para que los cazadores pudieran ejercer su actividad fuera de sus CC. AA. de residencia. Por lo que hace unos años, el colectivo de la caza, empezó a reivindicar una fórmula nueva que facilitara la movilidad de los cazadores entre autonomías, lo que dio paso a que se formularan diversas propuestas, entre las cuales se encontraba la de Licencia Única de Caza (LUC) de la UNAC (Unión Nacional de Asociaciones de Caza).

El sistema que proponía la LUC consistía en un carnet o tarjeta, con una validez por varios años (no anual), y que nos identificaría como lo que somos, es decir, “cazadores”. Ese carnet se debería acompañar por el recibo de pago anual de la tasa de la CC. AA. donde se quisiera cazar. De forma que el cazador solo tendría que acudir a una entidad bancaria, presentar su carnet de cazador y abonar la tasa de su CC. AA.; y en el caso de que quisiera ir a cazar a otras CC. AA., pagar también las correspondientes tasas en el mismo banco.

Este procedimiento evitaba tener que dirigirse a ninguna administración, salvo para que le expidieran por primera vez el carnet o para renovarlo una vez caducado (cinco años, por ejemplo). Y además era tan flexible, que el cazador podía abonar la tasa para cazar en otra CC. AA. en cualquier momento, incluso con medio telemáticos.

La LUC era un sistema sencillo y fácil de implantar en todas las CC. AA., que solo tendrían que “reconocerse” entre ellas, para poder empezar a operar de forma inmediata. Pero es que además, aportaría otra gran ventaja a medio plazo, que sería la enorme reducción de costes de expedición que conllevaría para las propias CC. AA., y por tanto, abrir la puerta a que las entidades que representan a los cazadores pudieran reclamar, en primer lugar, la reducción del precio de las tasas de las licencias en cada CC. AA., y a largo plazo, que todas las licencias de caza en España tuvieran un coste de expedición idéntico; salvando con ello las grandes diferencias que existen en la actualidad entre ellas y que son cuando menos, inexplicables. Porque si una tasa cubre el gasto de expedición de un documento por parte de la Administración, no es comprensible, que ese gasto sea tan diferente a lo largo de la geografía española. En la Comunidad Valenciana es de 12,75 euros y en Castilla y León llega a 42,65 euros; es decir, un 335% más cara.

Resulta extraño que en plena crisis económica, y con un debate abierto sobre la necesidad de “simplificar la Administración” para hacerla más eficiente y que nos cueste menos a los contribuyentes, el modelo LUC se haya dejado a un lado para proceder a implantar otro que, lejos de reducir costes, supondrá más bien todo lo contrario. La licencia interautonómica es un nuevo procedimiento, que se sumará a los ya habilitados para obtener las licencias de caza en las CC. AA..

La nueva licencia interautonómica tendrá un coste inicial de 70 euros, independientemente de la CC. AA. desde donde se expida, e implicará la creación de un nuevo sistema informático para gestionarla. Todo ello en paralelo con los sistemas actuales de expedición de licencias, de forma que un cazador podrá seguir sacando su licencia de caza autonómica o elegir sacar la licencia interautonómica.

Pero lo más grave de todo y lo que demuestra que el sistema creado solo beneficia a unos pocos, es que para muchos cazadores será más barato seguir sacándose la licencia de su CC. AA. y la de otra Comunidad a la que salga a cazar, que pagar de una sola vez los 70 euros iniciales que va a costar la licencia interautonómica.

Hagamos una reflexión sobre las demandas de licencias que tienen los cazadores en España:

- ¿Cuántos cazadores cazan solo en su CC.AA? Es probable que lleguen a ser el 60 %. Estos seguirán sacando sus respectivas licencias autonómicas, y el coste que pagarán por las mismas seguirá siendo inferior a los 70 euros de la licencia interautonómica, pero no podrán reivindicar una rebaja de lo que pagan actualmente.

- ¿Cuántos cazadores cazan en dos CC.AA? Un 30 % de los cazadores suelen cazar en su CC. AA. y en otra más. Pero de ese porcentaje, para la mitad seguiría siendo más fácil seguir pagando dos licencias autonómicas por separado, que abonar los 70 euros de la licencia interautonómica (Comunidad Valenciana + Castilla – La Macha = 54,35 euros). Para la otra mitad, el ahorro económico obtenido será apenas uno o dos euros, sobre el coste acumulado de las dos licencias (Galicia + Castilla y León = 71,37 euros).

- ¿Cuántos cazadores cazan en tres CC.AA o más? Aproximadamente un 10 %. A esta orquilla de cazadores si que les interesa realmente sacar la nueva licencia interautonómica, porque les saldría económicamente más barato que de la forma que lo estaban haciendo hasta ahora.
En conclusión, que al menos el 75% de los cazadores españoles no verán atractivo alguno en sacar la licencia interautonómica y un 15% apenas notarán en su bolsillo la diferencia. Entonces ¿Cuántos cazadores verán una mejora real con la nueva licencia interautonómica? Pues la respuesta es bien sencilla: un 10%. Cada uno puede sacar sus propias conclusiones.

Desde la UNAC se valora positivamente el hecho de que se cree una licencia interautonómica, pues es una respuesta a una reivindicación de los cazadores. Pero al mismo tiempo se valorara muy negativamente el modelo elegido, pues deja mucho que desear, en lo que se refiere a las expectativas que se generaron desde un principio. Así que el nuevo reto marcado será conseguir que el precio de esa nueva licencia, sea al menos, el mismo que el de la licencia autonómica más cara que se expide actualmente en España (42,65 euros en Castilla y León).

Las últimas noticias que llegan desde las CC. AA. que suscribieron el acuerdo para emitir la nueva licencia interautonómica no son precisamente alentadoras, ya que tienen que poner en marcha una nueva aplicación informática para expedirla, y eso parece que va a impedir que salga en los próximos meses, con lo que su implantación efectiva no la veremos realmente hasta la temporada 2016/17.

Probablemente todos estos problemas se hubiesen resuelto si se hubiese consultado a los cazadores y no se hubiese dejado la elección del sistema en manos de burócratas y políticos a los que, el cazador de a pie, les importa un carajo.

Unión Nacional de Asociaciones de Caza.

Publicado en el número 545 de la revista TROFEO CAZA Y CONSERVACION de octubre de 2015

 

Archivado en:  LUC,

 

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