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Entidades de Custodia para el Patrimonio Cinegético
Víctor Mascarell. 2009. Presidente de ADECACOVA

 

El Plan Estratégico del Patrimonio Natural custodia a la caza
Víctor Mascarell. 2011. Presidente de ADECACOVA

 

Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad
Normativa

 

Plan estratégico del patrimonio natural y de la biodiversidad 2011-2017
Normativa

 

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La UNAC sigue impulsando la Custodia del Territorio

 

La UNAC habló de la Caza Social en el CONAMA 2012

 

La custodia del territorio y el guarda rural de caza
Publicado en la revista Seguritecnia. Mayo 2015

 

Convenio de la ACEC con el Gobierno para la custodia del territorio

 

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Xarxa de Custòdia del Territori
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La cinegética, que según la Real Academia de la Lengua es “el arte de la caza, siendo una actividad que lleva realizando el hombre desde el principio de los tiempos. Cazar responde a un instinto que surge desde lo más hondo del ser humano y que el hombre lleva en sus genes. Es una pasión y una necesidad vital que le ha acompañado desde el comienzo de su existencia y uno de los factores que más importancia tuvo en el desarrollo de los pueblos. Los humanos desde el comienzo de su existencia siempre han sido cazadores y recolectores y solo posteriormente, en el neolítico, también se hicieron agricultores, ganaderos, comerciantes.
Antiguamente la caza era el único medio, junto con la pesca, para conseguir las proteínas imprescindibles para la correcta alimentación y nutrición humana. Actualmente, gracias al desarrollo económico de nuestra sociedad, a la ganadería en general y a la pesca industrial esta necesidad ya no existe, salvo en algunos pueblos con menor desarrollo en los cuales la caza y la pesca siguen siendo la fuente principal de aporte proteico. Ello no obsta para que muchos cazadores y sus familias de forma complementaria se alimenten con lo que cazan.

La caza auténtica y natural es la captura, respetuosa, en buena lid, con medios lícitos y destinándolos al consumo humano, de unos animales libres y salvajes. Ello implica su gestión y explotación racional y sostenible de unos recursos naturales renovables y es una herramienta imprescindible para una correcta gestión del medio natural.

El Diccionario de la Lengua define al cazador como la “persona que caza (acción de cazar, por oficio o por diversión (recreo, pasatiempo, solaz esparcimiento, placer, alivio en el trabajo). El deportista lo define como la “persona que por afición, o profesionalmente practica algún deporte (actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas). El deportista se prepara o participa en las competiciones o juegos con intención de ganarlos. Los clubes deportivos (entidades sin ánimo de lucro) que agrupan a los deportistas, tienen como fin exclusivo el fomento, la práctica o la participación en una o varias modalidades deportivas en el ámbito federado, realizando actividades de preparación de deportistas y organización de campeonatos con intención de obtener títulos o trofeos.

De la comparación anterior, se deduce que los cazadores y las Sociedades de Cazadores tienen fines, objetivos, actividades y funciones distintas a la de los deportistas y Clubes Deportivos, inscribiéndoselas primeras en el Departamento de Interior del Gobierno de Navarra en su registros de asociaciones civiles, y los segundos en el Departamento de Deportes en su registro de entidades deportivas.

Tal como dice Miguel Iñigo, “la caza supone en algunas ocasiones un esfuerzo físico importante, pero no toda actividad humana que conlleve actividad física es un deporte. Por contra la caza natural no es ni un juego ni una competición.
¿Toda actividad física es deporte? Miguel rotundamente afirma “No. No es deporte la recolección de caracoles, setas o frutos silvestres, ni la horticultura, ni la agricultura, ni la jardinería, ni la fotografía de la naturaleza o de la fauna, ni lavar el coche, ni el bricolaje, ni las tareas domésticas, etc, aunque sean actividades que en ocasiones necesiten un notable esfuerzo físico. Una persona que corte árboles o recoja leña para su hogar o por negocio no practica un deporte, pero por ejemplo si participa en una competición de aizkolaris (cortando árboles), entonces, si.”

Miguel afirma que “La caza únicamente se convierte en deporte cuando se practica de forma competitiva, lo cual con los actuales planteamientos y reglamentos conlleva aspectos muy discutibles, incluso en algunos casos negativos para la caza y su imagen pública como es el cazar en el menor tiempo el mayor número posible de animales, o hacerlo en espacios protegidos que es algo aberrante. Infinitamente más importante que cazar mucho es hacerlo bien y con respeto al medo ambiente. ¿Quién es el mejor cazador? ¿El que más animales caza en menos tiempo? Este será el campeón de la competición pero no tiene por que ser el mejor cazador. Son otros muchos aspectos que se deben de tener en cuenta a la hora de valorar a un cazador, no solo su capacidad física o su habilidad en el disparo, sino el respeto por el medio natural y los animales cazados, el cumplimiento estricto de las normas de seguridad, el compañerismo con los demás cazadores y el respeto tanto de sus territorios de caza como de las personas que usan y disfrutan de la naturaleza, la buena conducta con nuestros fieles ayudantes los perros, la colaboración en la gestión del medio ambiente, el cumplimiento de las normas, cupos y leyes de caza, etc. Estos valores son los que realmente tienen que ser valorados a la hora de proclamar a alguien como “Campeón de Caza”.

Este experimentado cazador afirma “En el mundo de la caza cabemos todos. Los que defendemos y practicamos una caza social, natural, sostenible y respetuosa con el medio ambiente, que en Navarra somos la mayoría, los que de forma legal viven y obtienen beneficios económicos de la caza y aquellos que por su espíritu deportivo practican u organizan la caza de competición (Deportiva).

LEGISLACIÓN APLICABLE

El Estado, en virtud de lo establecido en el artículo 149 de la Constitución tiene “competencia exclusiva en la legislación básica sobre protección del medio ambiente, sin perjuicio de las facultades de las Comunidades Autónomas de establecer normas adicionales de protección”

En cambio la caza y el deporte son competencia de las Comunidades Autónomas, estando reguladas en su artículo 148, en el que “se establecen cuales son las materias que pueden asumir las Comunidades Autónomas”, y al ser estas dos materias diferente nuestra Carta Magna las incluye en apartados diferentes, la caza y la pesca en su apartado nº 11, y el deporte en su apartado 19.

Todo ello ha sido corroborado en la normativa navarra, y debido a que son materias diferentes, la gestión de LA CAZA se atribuye al Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, y la del DEPORTE al Departamento de Cultura, Deporte y Juventud, en el cual y a través del Instituto de Deporte y Juventud está adscrita la caza deportiva, la cual está sujeta a la Ley del Deporte.

En Navarra la gestión de la caza está regulada en la Ley Foral 17/2005, de Caza y Pesca de Navarra, la establece en su Artículo 10, la licencia de caza de la Comunidad Foral de Navarra, no siendo por lo tanto necesaria ninguna una licencia federativa para ejercer esta actividad, que únicamente es necesaria si se practica deporte de competición.

LOS DERECHOS DE LA CAZA

Los derechos de la caza y la propia identidad como cazadores es lo que defiende la UNAC y las asociaciones que la componen, entre las que se encuentra ADECANA y son los siguientes:

1º) A TENER SU PROPIA IDENTIDAD COMO CAZADORES QUE PRACTICAN UNA ACTIVIDAD ANCESTRAL

2º) A SER RESPETADOS COMO CAZADORES.

3º) A SER TRATADOS CON DIGNIDAD, DECORO, Y HONORABILIDAD, y no como infractores potenciales, ilegales y deshonrosos, por el simple hecho de ser un cazador o estar cazando.

4º) A POSEER ENTIDADES PROPIAS DE CAZA, E IDENTIFICARSE EN LAS ENTIDADES QUE LOS AGRUPAN.

5º) A QUE SUS SOCIEDADES DE CAZADORES SE RECONOZCA LO QUE HACEN EN EL MEDIO NATURAL POR LA PRESERVACIÓN DE LOS HÁBITATS Y LAS ESPECIES, Y LO QUE REALMENTE SON: ENTIDADES DE CUSTODIA PARA LA PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO NATURAL CINEGÉTICO.

6º) A ELEGIR A SUS REPRESENTANTES POR SER CAZADORES.

7º) A TENER SU PROPIA ORGANIZACIÓN LEGAL EN LOS GRUPOS EN LOS QUE SE INTEGRA, Y QUE LOS REPRESENTA.

8º) A POSEER ORGANISMOS PÚBLICOS PROPIOS DENTRO DE LA ADMINISTRACIÓN, que gestionen la Caza con recursos personales y económicos exclusivos para la Caza, con el fin de que la respalden, apoyen y trabajen para que funcione, potenciando la Comisión Asesora de Caza y el Consejo Navarro de Medio Ambiente, que son órganos muy adecuado para trabajar a favor de la caza y la naturaleza.

9º) A PARTICIPAR EN LOS ASUNTOS Y NORMAS QUE LES AFECTEN.

10º) AL CONTROL Y CALIDAD SANITARIA DE SUS ESPECIES CINEGÉTICAS.

11º) A LA FORMACIÓN, LA INFORMACIÓN, LA INVESTIGACIÓN Y LA EDUCACIÓN DEL MUNDO DE LA CAZA.

12º) y por ultimo AL DERECHO DE LOS CAZADORES A QUE LOS RECURSOS ECONÓMICOS QUE GENERA LA CAZA REVIERTAN EN ELLA PARA SU MEJORA; en los hábitats, y en las especies silvestres cinegéticas; en la formación, la información y la investigación del mundo de la caza; y en la participación de los cazadores antes las administraciones.

ASOCIACION DE CAZADORES DE NAVARRA (ADECANA) C/Iturrama 18 1º-B, 31007 Pamplona. Tfno 948175049 Fax 948177883 Email: [email protected] www.adecana.com

La Sociedad de Cazadores de Gallipienzo, en colaboración con ADECANA, no solo gestionan el coto de caza que tienen adjudicado, sino que junto con la Sección de Hábitats del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Gallipienzo trabajan para mejorar el hábitat para la fauna silvestre, y con ello la querencia y supervivencia de especies en peligro de extinción como es el águila de Bonelli, o comúnmente llamada perdicera.
Frente a lo que pueda creer por desconocimiento de la realidad, muchas de las 200 sociedades de cazadores que hay en Navarra no se limitan a cazar en sus cotos, sino que durante todo el año diversas actuaciones en defensa del medio ambiente y la pervivencia de las especies tanto protegidas como cinegéticas, convirtiéndose en el mayor colectivo de conservacionistas que hay en nuestra comunidad foral que trabaja a favor de la naturaleza, y por todo ello, desde Adecana, que en sus estatutos uno de sus principales fines es realizar actividades que redunden en actividades que redunden en la mejor protección, conservación y mejora del medio ambiente, se promueven y apoyan actividades de este tipo que realicen sus socios.

Su nueva junta directiva, presidida por Mauricio González Legac, que a su vez es el representante de zona en la Comisión Asesora de Caza, y por su secretario Jesús Irazola, apoyados por el resto de su Junta Directiva, de forma conjunta con la Sección de Habitats del Gobierno de Navarra a través de su bióloga Gloria Giralda, de Viveros y Repoblaciones por parte del encargado del proyecto Life Alfonso Llamas, y con el Ayuntamiento de Gallipienzo encabezado por su alcaldesa Carmele Iriguibel colaboran en el Proyecto de la Comunidad Europea Life Bonelli, trabajando conjuntamente en la elección de un emplazamiento junto a una balsa de agua donde el Departamento de Medio Ambiente han construido un palomar cuyas aves van a servir de alimento a esta ave rapaz en peligro de extinción, y a su vez la sociedad de cazadores ha incluido estas zonas en el refugio de caza menor del coto de Gallipienzo para beneficio de las aves que habitan en estas zonas.

En estas mismas zonas, tras desbrozar una serie de fincas de matorrales que se habían apoderado de ellas, se han sembrado para alimento para las palomas sembrando campos de girasol en primavera, y siembras de otoño que ayudaran a aquerenciarse en la zona a las palomas en ellos.

Estas siembras son de gran importancia para la mejora del hábitat, ya que no solo ofrecen alimento para todo tipo de especies durante gran parte del año, tanto en verde como en grano, siendo un medio propicio para del desarrollo de vegetación adventicia y de insectos que les sirven a todo tipo de animales de alimento, sino que además pueden tener una función disuasoria de los daños que puedan producir los animales, atrayendo a estas zonas, y no a otros cultivos de mayor importancia económica, a especies cinegeticas como es el caso de jabalíes y corzos, reduciendo con ello los daños que se puedan producir en cultivos colindantes

Las parcelas comunales pertenecientes a la corraliza de Valdescura, la cual estaba abandonada, han sido arrendadas por los cazadores al Ayuntamiento de Gallipienzo, recuperando unas zonas abandonadas contratando para ello a agricultores del pueblo que hacen cada año la preparación y laboreo de las mismas mediante el tradicional “año y vez” que es mucho menos agresivo con naturaleza, mejorando el hábitat de la zona y por lo tanto defendiendo la fauna de esta zona. Las tierras particulares han sido cedidas por los herederos de Eugenio Ferrer que altruistamente las han cedido a los cazadores, sembrándose veza y guisante sin emplear ningún tipo de abono o fitosanitarios ni cosechar sus frutos, a fin de que la semilla que queda vuelva a crecer de forma natural y totalmente ecológica.

También se han realizado desbroces en zonas del coto para poder plantar especies que sirvan de alimento a la fauna.

Con estas siembras y desbroces, en terrenos particulares y en el comunal se pretende mejorar el hábitat para la fauna silvestre en especial los conejos, perdices y palomas que a su vez ayuden a servir de alimento del águila de Bonelli.

Gracias al trabajo que se lleva realizando por parte de la administración y los cazadores en este y otros cotos a lo largo de estos años se está consiguiendo mejorar el hábitat de la zona de campeo y cría de esta ave rapaz y resto de especies protegidas y cinegéticas que tiempo atrás, cuando el hábitat de la estepa cerealista navarra estaba mucho menos deteriorado que en la actualidad existiendo en número mucho mayor que ahora, y para ello el trabajo del colectivo cazador es fundamental para conseguirlo.

Ayuntamiento, vecinos, agricultores y asociación de cazadores se implican en su recuperación.
Con motivo de la celebración del Día Europeo de la Red Natura 2000, este miércoles se ha presentado en Gallipienzo un nuevo proyecto europeo, 'Life Bonelli', cuyo objetivo es la recuperación de las poblaciones de águila azor perdicera o águila Bonelli uniendo el esfuerzo de varios programas de recuperación en diferentes poblaciones de la Península Ibérica, entre ellas Navarra, donde está en peligro de extinción, y Baleares.

La recuperación de esta especie se hará mediante el reforzamiento poblacional en Madrid, Navarra y Álava, y también a través de su reintroducción en Mallorca. España mantiene el 65% de la población europea de águila Bonelli, por lo que se considera indispensable laconsolidación de la especie en esta zona. Para poder abarcar los principales aspectos de la recuperación de esta especie se ha creado unconsorcio que incluye a las administraciones públicas de los lugares donde se recuperará (Navarra, Baleares, Álava y Madrid), los dos centros europeos de cría en cautividad del águila Bonelli y Andalucía como principal reserva europea de la especie.

En el año 2011 tres comunidades autónomas (Madrid, Navarra y Baleares, con la especie ya desaparecida) comenzaron un programa desuelta de jóvenes pollos de Águila de Bonelli mediante el sistema dehacking o crianza campestre. El objetivo era probar si era un método válido para esta especie así como si los animales así liberados asumían la zona de liberación como su zona de nacimiento, de manera que lafilopatria de la especie les impulsara a volver a criar de adultos en la misma zona.

La zona elegida en la Comunidad Foral fue la localidad de Gallipienzo, donde hasta la fecha se han introducido siete pollos de Bonelli: dos en 2011, dos en 2012 y tres en 2014, todos ellos marcados con satélite. De los tres pollos colocados en el nido en 2014 uno procede de Andalucía y los otros dos de Castilla La Mancha.

Además de actuar en el crecimiento poblacional es preciso hacerlo sobre las causas de regresión; por ello, cada Comunidad Autónoma ha hecho una evaluación de sus causas para actuar mejor sobre ellas. En el caso de Navarra, con los tendidos corregidos, se considera fundamental aumentar el número de presas potenciales en las zonas de liberación. Para ello está prevista la construcción de palomares y madrigueras para conejos, lo que proporcionaría a los animales las presas necesarias para su supervivencia y reproducción para conseguir que se establezcan y críen, y de esta forma vuelva a haber uncrecimiento natural de la especie.

Extinguida en Baleares en los años 60, con regresiones muy acusadas en Castilla León, Madrid o Aragón, las poblaciones de águila Bonelli iban reduciendo sus efectivos y desapareciendo de grandes zonas. EnNavarra, el borde norte de su distribución, la dinámica que siguió la población fue similar. De las 7 parejas establecidas de las que se hablaba en los 70 se pasó a 5 en los 80 y sólo tres territorios ocupados en los 90. Sin apenas avistamientos de jóvenes inmaduros que pudieran sustituir a los adultos que desaparecían, con un número de animales muy reducido, con una alta mortalidad por choques contendidos eléctricos y persecución directa, y con una bajísima productividad, el águila de Bonelli parecía abocada a la desaparición.

Desde los años 90 se trabajó sobre las causas de muerte. Por un lado, una mayor concienciación social redujo en gran manera las muertes por persecución directa. Además se hizo un esfuerzo en lo referente a laelectrocución y colisión en tendidos eléctricos de alta tensión, uno de los principales factores de regresión de la especie en toda Europa, y desde 1989 se han corregido en Navarra casi 300 instalaciones de alta tensión que eran peligrosas para las aves, remodelando casi 5.000 apoyos y señalizando más de 800 vanos, con una inversión total de casi cuatro millones de euros. Por último, la recuperación del conejo en algunas zonas de Navarra hacía pensar en que esta especie pudiera de nuevo aumentar sus efectivos.

Sin embargo todos esos esfuerzos no fueron suficientes, y las parejas estables fueron desapareciendo de sus territorios históricos. La población había entrado en una situación que en términos de conservación se conoce como “el vórtice de extinción”; las causas de extinción han actuado tan fuertemente y durante tanto tiempo que los pocos individuos que quedan no son suficientes para revertir la situación; y aunque esas causas de extinción se hayan eliminado o reducido en gran parte, el azar pasa a jugar un papel fundamental, de manera que cualquier acontecimiento que una población sana superaría sin problemas pasa a ser un revés casi imposible de superar. En 2007fue el último año en que voló en Navarra un pollo de águila de Bonellinacido de una pareja salvaje.

Por ello, se optó por recurrir al reforzamiento de la población y se pusieron en marcha programas de reproducción de la especie gracias a uno de los cuales se consiguió la cría en cautividad de manera natural, lo que supuso la posibilidad de contar con pollos jóvenes y derivó en el conocido como Plan Bonelli.

"Aquí os dejamos un enlace a la página de LIFE BONELLI



En los años 50 se reintrodujo el ciervo en Navarra en una zonas muy favorables para ello como el Macizo de Quinto Real y la Selva de Irati. Su gestión corrió a cargo del antiguo ICONA. Procedentes de Quintos de Mora (Toledo), el ensayo probó el enorme potencial del cervus elafus ibericus en ambientes más favorables que los Montes de Toledo de procedencia. Una densidad racional, semejante a la europea, contribuyó a estos sorprendentes resultados.
El éxito de ello radicó en una reintroducción en un hábitat excepcional para su desarrollo, un excelente conocimiento técnico de la especie, y una caza selectiva muy estricta que tuvo como resultado la obtención de los mejores trofeos del estado español, viniendo a cazarlos cazadores de todo el mundo.

Una vez que la Comunidad Foral de Navarra asumió las competencias autonómicas en materia de caza, el ICONA dejó de ejercer sus competencias, pasando a depender la gestión cinegética a la Diputación de la Comunidad Foral de Navarra, el cual se ha llevado a cabo a través del Servicio de Caza y Pesca por el equipo técnico formado por Enrique Castién e Isabel Leranoz.

Estos, en vez de haber continuado con la línea seguida hasta entonces que tan buenos resultados se habían obtenido, a nuestro entender, de forma errónea optaron por la prohibición de su caza, por lo que la población de ciervos, ausente de gestión y manejo, aumentó de forma descontrolada, en perjuicio de la calidad de sus ejemplares, a la vez que comenzaron a aparecer los primeros daños a cultivos y plantaciones forestales y las primeras colisiones de animales con vehículos en las carreteras, desarrollándose sus poblaciones por todas las zonas aledañas y dado que no se continuó con la caza selectiva que tan buenos resultados había dado hasta entonces, degenerándose la especie.

Esta sobrepoblación también a ocasionado a los bosques de estas zonas unos importantes daños que llegaron a afectar a gran parte de los nuevos brotes de las hayas, lo que dio lugar a que en la cuenta del Iratí se tuvieron que autorizar de forma precipitada la caza de 300 ejemplares en 3 años, con las quejas de todo el colectivo cazador que no podían comprender las prohibiciones anteriores y este tipo de autorizaciones tan bruscas, que no tienen otro origen y motivo que una falta de gestión de la especie, y una actuación improvisada a salto de mata conforme esta especie iba produciendo daños.

Una vez parado el golpe, en vez de aprender, y retomar el rumbo perdido, el citado equipo volvió a caer en el mismo error, reincidiendo en la limitación de su caza y en diseñar lo que según ellos sería la única zona en la que se toleraría la presencia de ciervos en Navarra, lo cual ha dado lugar a otra gran expansión de la especie, la cual cada vez va colonizando cada vez mas extensión de su territorio original, hasta el extremo de que al día de hoy se han extendido por el occidente hasta Baztán, La Ulzama, Basaburúa, llegando hasta el límite de la Autovía del norte. Por el oriente han llegado y traspasado los valles de Salazar y Roncal, y por el sur hasta las cercanías de Pamplona, Valle de Egües, empezándose a ver por los Urraules.

Sin embargo, en vez de gestionar correctamente las poblaciones actuales, actuando principalmente sobre machos selectivos y hembras jóvenes con el fin de mejorar la calidad de los trofeos a la vez que mantener equilibrada la razón de sexos, constatamos que lo que ahora se pretende es intentar confinar a la especie en un área reducida, intentando evitar que lleguen a colonizar zonas de la Comunidad foral, como es la parte prepirenaica occidental de Navarra, potencialmente muy valiosas y en las que además apenas hay riesgos de daños a cultivos ni accidentes de carretera al ser zonas muy despobladas. En base a ello, la política actual es intentar eliminar el mayor número de ejemplares en las zonas de expansión, por lo que llevamos varios años en los que se están concediendo en ellas un gran número de precintos, incluso en lugares donde se estaban empezando a verse ejemplares donde antes no los había.

Con esta política se está negando a las sociedades de cazadores y Ayuntamientos la posibilidad de contar en su territorio de caza con una especie de caza mayor de alto valor cinegético, viendo en esta medida un intento del Departamento de que en vez de realizar una correcta gestión, se opta por una política de eliminación para quitarse lo que intuyen puede ser un problema en cuanto a daños y accidentes de tráfico.

Desde esta Asociación defendemos que la gestión del ciervo en Navarra se debe llevar a cabo de una forma integral para todo el territorio donde está asentado y el favorecer hacia las zonas idóneas hacia donde se expande, coordinándose los aprovechamientos de todos los cotos en su conjunto, no acotado por acotado, realizando unos aprovechamientos que tengan como fin un correcto desarrollo de la especie tanto en las zonas centrales como las de expansión, no como ahora que en estas ultimas mas que gestionarlos parece que lo que pretende es erradicarlos.

Por ello, desde Adecana, como asociación de cazadores conservacionistas que somos hacemos un llamamiento a la responsabilidad de las sociedades de cazadores para que vean estas autorizaciones como el límite superior de lo que pueden aprovechar, llevando a cabo sus aprovechamientos de forma racional y sostenible, ya que son los primeros interesados en ello.

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